13 Jan Hola, soy Sara y esta es mi historia

Toda la vida he admirando esas marcas que por pequeñas que sean guardan detrás grandes historias.

Esas que por encima de un producto original o una imagen que mola, esconden un algo que emociona y llega al corazoncito.

Y es que son las historias las que crean vínculos, nos acercan, nos inquietan, nos fascinan y consiguen que se grabe a fuego la chispa que nos conecta a ellas.

¿Quieres conocer que hay detrás de la mía?

Desde pequeña me ha encantado crear. De hecho, uno de mis primeros recuerdos es convertir una caja de zapatos en una mansión para mis ponis de juguete.

En aquellos años, sin saberlo ya estaba marcando mi camino…

Me formé en artes plásticas y diseño y he trabajado para agencias de publicidad y estudios de comunicación.

Durante una de esas etapas, rondaba el 2010, me hice un esguince. No fue grave, pero tardé más de lo normal en recuperarme y me tocó pasar mucho tiempo en casa.

Para pasar el rato, se me ocurrió empezar a crear detalles de artesanía y terminé dando forma a una marca a la que llamé “La Niña Bonita”.

En un inicio, era un entretenimiento que compaginaba con mi vida profesional y casi todo lo que producía, lo terminaba regalando.

A finales de 2012, me echaron del trabajo y vi la oportunidad de convertir este proyecto en algo profesional y dónde además de ofrecer servicios de diseño, podría hacer lo que más me gusta: trabajar con mis manos.

Mi especialidad dentro de LNB – Espacio Creativo, es crear acciones creativas offline para empresas, entidades o instituciones.

8 años de aprendizaje en los que he tenido la oportunidad de organizar actividades para Txiki Jazz, la Once, Rituals, Brownie, Fundación Matia, La Casa del Libro, el Ayuntamiento de Gasteiz o Fundación Kutxa entre otros.

También organizo cursos de creatividad a nivel particular en colaboración con otros artistas, pero inicialmente sin otro fin que el ocio y la diversión.

2020. La Covid-19 llega a nuestras vidas y en los primeros días de la primera ola de la pandemia, mi padre ingresa en la UCI en un estado critico.

Los días pasan muy despacio y la cosa no mejora pero desde esa montaña rusa emocional vuelve a invadirme la idea de iniciar algo que recupere mi yo creativa del pasado y me haga conectar con el presente.

Leyendo un libro de psicología, doy  una palabra que consigue que las piezas encajen.

Para quienes no sepáis que significa Alquimia, es una creencia esotérica que está vinculada a la transmutación de la materia buscando la fórmula para convertir cualquier metal en oro.

Esta es la metáfora que me sirve para dar forma al proyecto. Alquimia busca fórmulas creativas para gestionar las emociones negativas y llevarlas a otro estado, tal y cómo hacían los alquimistas en la antigüedad con los metales.

Me paso el día leyendo, escribiendo, dibujando y bordando. Y así, de forma natural, vuelvo a los orígenes, en los que la creatividad me ayudó a reconducir las emociones y el proyecto Alquimia empieza a coger forma a la vez que mi padre comienza a recuperarse.

Después de 2 meses en el hospital, mi padre vuelve a casa y yo, empiezo y a mover el proyecto.

Por una lado seleccionan Alquimia en  Enea, un programa de Kutxa en el que ayudan a impulsar proyectos culturales y casi a la vez en Goteo, un micro mecenazgo financiado por la Diputación Foral de Gipuzkoa.

En diciembre finaliza la campaña de Goteo con una financiación más de 8000€ para comenzar a desarrollar ALQUIMIA – Creatividad para las emociones. y diseñar un programa de juegos, talleres y dinámicas para trabajar las emociones de niñ@s y personas mayores para que la creatividad pueda ayudarles igual que me ayudó a mí.

Mi objetivo con Alquimia es proporcionar recursos para trabajar estas emociones dirigiéndolas hacia un lado más positivo sin anular la emoción base. Todo ello lo haremos a través de distintos ejercicios que tienen la creatividad como hilo conductor

¿Cómo? Con talleres de lettering para trabajar la calma, juegos para descubrir de dónde vienen los miedos o acciones en los barrios que fomenten la interacción de los vecinos y crear comunidad.

La idea es llevar estas experiencias a centros que vean la necesidad de recurrir a la creatividad como complemento a otras terapias o a instituciones que necesiten trabajar en acciones con objetivos concretos.

En primavera de 2021, pretendemos que hayan visto la luz las primeras propuestas y talleres piloto.

Para desarrollar algunas de las actividades cuento con la colaboración de Alba, maestra en pedagogía terapéutica especializada en intervención educativa y coach emocional. Y yo, a su vez, estoy realizando un master en Arteterapia para complementar mi formación y sacar todo el jugo a las propuestas que estamos desarrollando.

De una forma no premeditada la creatividad ha estado muy presente en toda mi vida siendo el principal anclaje a la hora de afrontar retos. Ahora ha llegado el momento de ayudar a otr@s a afrontar los suyos. ¿Nos acompañas?

El Domingo 20 de Diciembre, tuve la oportunidad de contar algunos de los secretos mejor guardados de Alquimia en Cadena Ser Euskadi. Aquí os dejo el podcast y de regalo, un trocito de mi historia. 🙂

Otras entradas interesantes:
Creatividad para las emociones
Creatividad para tiempos difíciles